Entre lo gracioso y lo tierno. Ya en la escuela primaria, sus padres solían verlo salir de la casa, con grandes paquetes escondidos entre sus ropas. Ernesto sonreía. llegaba a la escuela y entre sus compañeros, repartía toda su ropa, zapatos, juguetes y hasta material escolar. Los compañeritos y amigos de Alta Gracia, (Córdoba - Argentina) al otro día, todos estaban vestidos dignamente, ya que provenían de familias muy humildes. Sus padres, acostumbrados a esto, nunca le recriminaron estas actitudes y lo apoyaban incondicionalmente en todo. Ernerto solía decir: No importa muchachos, mañana me comprarán más.
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