GENIO Y FIGURA

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Esas cosas de las que nunca se hablan...

19 sept 2010

UN TESTIMONIO QUE ESTREMECE


La enfermera boliviana que lavó el cadáver de Ernesto "Che" Guevara cuando fue asesinado en 1967, Susana Osinaga, afirmó hoy que entonces sólo vio tres heridas de bala, una de ellas mortal, en el pecho, y no las nueve que indican los informes oficiales. La versión oficial narra que el "Che" fue asesinado el 9 de octubre con una ráfaga disparada por el sargento Mario Terán en la escuela de La Higuera, aldea de una región montañosa del sureste de Bolivia, y hay también versiones no confirmadas sobre un posible tiro de gracia de otro militar. "Mentira, mentira. La única (herida) que lo ha matado es la que ha ido directo al corazón", y al voltear el cuerpo se vio "que no tenía salida", dijo a Efe Osinaga, que cada año por estas fechas ve alterada su rutina con la llegada de seguidores del "Che" y decenas de periodistas que quieren entrevistarla. Ya con 74 años, la enfermera pone en duda el contenido del certificado de defunción y el protocolo de autopsia que los médicos del hospital de Vallegrande (a unos 60 kilómetros de La Higuera y 779 de La Paz) firmaron el 9 de octubre de 1967, tras revisar el cadáver del "Che". Sobre esos documentos, el Ejército de Bolivia dijo hace pocos días que se mantienen "clasificados" (secretos), al responder a un diario que quiso fotografiarlos. Sin embargo, muchos periodistas, biógrafos e investigadores, entre ellos militares que han escrito libros sobre la guerrilla del "Che", han transcrito su contenido. Osinaga asegura que no conoce el informe oficial sobre las nueve heridas de bala, entre nuevas y antiguas, que reportó su jefe de entonces, el doctor Jorge Martínez Caso, e insiste en que solo vio tres. "Una en el pecho, la que lo ha matado; después, en el brazo y en la canilla, que eran secas", apuntó Osinaga, insinuando que estas dos últimas eran antiguas. "Sí, nosotros lo hemos desvestido, lo hemos bañado, y no había balas de la ametralladora que dicen. Con eso lo hubieran desecho. ¿Cómo estaría la cara? Pero (estaba) con la cara flamante como Cristo", rememoró. La enfermera lavó el cuerpo de Guevara junto con su colega Adela Zabala, ya fallecida, así como el también enfermero Remigio Flores y el médico Martínez Caso, todos empleados del hospital Señor de Malta. Osinaga cree que el alma de Guevara la protege con vida para "seguir dando los testimonios" de lo sucedido "y que nadie más sabe".
(Javier Aliaga)

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